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La Psicología Jurídica aparece por primera vez como un área autónoma en el año 1990, durante el segundo congreso del Colegio Oficial de Psicólogos. Hasta ese momento todas las contribuciones de la Psicología Jurídica se habían mencionado en otras grandes áreas de la Psicología, sobre todo en la Psicología Social.
Destacan en el trabajo de la psicología jurídica, Dra. Trinidad Bernal, que dedica su trabajo y entusiasmo a una incipiente Psicología Jurídica, y al tema de familia y posteriormente aparecen los grupos de trabajo vinculados a la Administración de Justicia, junto con las aportaciones de D. Juan Romero Rodríguez que es nombrado coordinador del área de psicología jurídica a nivel estatal en los años 80, potenciando el trabajo del psicólogo jurídica en todos sus ámbitos.
A raíz de estas iniciativas, y con la celebración de congresos específicos sobre Psicología Jurídica de la mano de D. Juan Romero y de la AIPJ, se entablan contactos internacionales con Alemania, Gran Bretaña y poco a poco, se van integrando diversos países de Iberoamérica, con la incorporación de profesionales que ahora integran la AIPJ internacional.
La excelsa labor del Sr. Romero y el quehacer de algunos profesionales más, pioneros todos, determinaron que la Psicología Jurídica tuviera una identidad propia, se constituyera en una aplicación de la Psicología independiente de otras áreas con una esencia y una naturaleza muy profesional.
Eran los primeros psicólogos vinculados a las instituciones penitenciarias, a los juzgados y a las clínicas médico-forenses e incluso a la práctica privada, quienes mostraban una nueva aplicación de la Psicología, ellos eran sus grandes protagonistas. Ese grupo de profesionales, vinculados sobre todo a la Institución Colegial daban a conocer una nueva utilidad de la psicología y ofrecían respuesta a nuevas exigencia sociales y jurídicas con su trabajo cotidiano.
Por otra parte en esa época, la década de los ochenta, la Universidad miraba hacia otro lado. La inquietud de los maestros académicos era ofrecer formación más básica e incluso hasta más necesaria, y desde luego por aquel entonces la Psicología Jurídica no era considerada como una disciplina necesaria, ni básica, ni tal sólo integrante de los planes de estudios.
Pocos años después, junto a aquellos profesionales pioneros que mencionábamos, hubo otros que combinaron su faceta profesional con su vida académica y consiguieron empezar a llevar a las aulas los primeros programas de temas relacionados con la Psicología Jurídica. De esta forma otros grandes maestros que ya dedicaban su obra al estudio y la enseñanza, vinculados a las Universidades y a las grandes áreas de conocimiento, había conseguido abrir una brecha y hacer un hueco para introducir una incipiente Psicología Jurídica.
Superada la década de los ochenta, el grupo de profesionales de Psicología Jurídica aumenta. D. Juan Romero sigue con su trabajo de coordinación estatal. Con su perfecta labor, su inmensa capacidad de trabajo, su talante casi divino y un gran buen hacer, consigue fundar la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica que une a profesionales de ambos lados del Atlántico. Su tarea continúa y consigue establecer lazos entre los psicólogos jurídicos europeos en las Conferencias Europeas de Psicología y Ley y aún en un paso más allá organiza dos grandes congresos de profesionales españoles y alemanes. Parecía que la Psicología Jurídica era una aplicación muy profesional y alejada de la Academia.
Pero sin duda, lo más cierto es que en la segunda mitad de la década de los años noventa cuando la Psicología Jurídica empieza a estar presente en la Universidad. Su presencia hoy, es indiscutible y poliédrica: muestra una panorámica general en unas ocasiones y caras muy concretas en otras, pero lo más real es que tiene presencia y esencia propia.
Algunas líneas con tendencias actuales de investigación y formación
En la actualidad, el interés y el trabajo de los profesionales que trabajan en el área de la psicología Jurídica y Forense, ha potenciado la formación superior de este material, primero con la incorporación de la asignatura de Psicología Jurídica en los estudios de Psicología y con la profesionalización a través de Másteres y Cursos de Experto en la materia, siendo una de las áreas de mayor interés y también de investigación científica.
Se ha trabajado para la profesionalización de los psicólogos expertos, y a través del Consejo Nacional de la Psicología, se ha promocionado la Acreditación Profesional del área.
Hoy en día, España cuenta con numerosas universidades que ofrecen programas de psicología jurídica en el nivel de grado y posgrado. La psicología jurídica y forense se ha convertido en un área de gran interés y una profesión en crecimiento en el país, con psicólogos trabajando en diversas áreas, como la penitenciaria, la familiar, menores, menores, victimología y mediación, entre otras.
En España, la psicología se convirtió en una carrera universitaria reconocida en la década de 1950. Hasta ese momento, la psicología se estudiaba como una disciplina relacionada con la filosofía y la medicina, pero no se ofrecían programas de psicología independientes a nivel universitario. Aquí hay un resumen de los hitos clave en el desarrollo de la psicología como carrera universitaria en España:
En España, existen especialidades y programas de posgrado en psicología jurídica, criminología y victimología. Estas son áreas de especialización dentro del campo de la psicología y la criminología que se centran en la aplicación de los conocimientos y las habilidades de estas disciplinas al sistema legal y al estudio del delito y la victimización. A continuación, proporcionaremos una breve descripción de cada una de estas especialidades:
Psicología Jurídica o Forense: la psicología jurídica o forense se centra en la aplicación de los principios y métodos de la psicología a cuestiones legales y judiciales. Los psicólogos jurídicos pueden trabajar en una variedad de roles, incluyendo la evaluación psicológica de acusados, testigos y víctimas, la elaboración de perfiles criminales, el asesoramiento a tribunales y abogados, y la evaluación de la competencia y la responsabilidad legal. En España, existen programas de posgrado y maestrías en psicología jurídica y forense que ofrecen formación especializada en esta área.
Criminología: la criminología es una disciplina que se centra en el estudio del crimen, el comportamiento delictivo, el sistema de justicia penal y la prevención del delito. Los criminólogos investigan las causas del delito, el perfil de los delincuentes, las estrategias de prevención y los sistemas de justicia penal. En España, se ofrecen programas de licenciatura y posgrado en criminología en diversas universidades.
Victimología: la victimología es una rama de la criminología que se enfoca en el estudio de las víctimas del delito, sus necesidades y el impacto del crimen en sus vidas. Los victimólogos investigan el apoyo a las víctimas, la prevención de la victimización y la rehabilitación de las víctimas. En España, se pueden encontrar programas de posgrado que ofrecen cursos específicos en victimología como parte de su currículo de criminología.
En general, estas especialidades ofrecen a los profesionales la capacitación necesaria para trabajar en áreas relacionadas con la justicia penal, el sistema legal y la atención a víctimas. Los psicólogos, criminólogos y profesionales afines pueden especializarse en estas áreas a través de la educación superior y la formación en posgrado.
Actualmente en España tenemos tres grandes asociaciones específicas sobre psicología jurídica y forense:
La Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica en España (AIPJE), que cuenta un gran número de profesionales y también de docentes universitarios.
La Asociación de Psicólogos Forenses de la Administración de Justicia (APF), que cuenta con profesionales de la psicología forense que trabajan en el ámbito de la administración.
La Sociedad Española de Psicología Jurídica y Forense (SEPJF) que cuenta principalmente con docentes e investigadores universitarios del área jurídica y forense, y también en menor número de profesionales del área.